martes, 12 de mayo de 2020

Por Manuel Jerez.
Análisis Filosófico de: Ahora y siempre ANTI PGB P.I.B.


Cuando la crítica no es autocrítica, pareciera hacerse necesario que la filosofía tuviera que irrumpir de manera tajante más no impositiva, sino que, mediante el análisis y la reflexión, tratara de “poner un poco de orden en las cosas”. En esta canción, tan particular y polémica para muchos, se hace una crítica evidente a la crítica que no es crítica con sí misma; si bien se tiene en cuenta que lo malo no es en sí la crítica, se critica a la crítica fatua que pretende afirmarse como la mejor y única crítica válida.
Si una crítica es así, es decir, que no es autocrítica, puede que el problema no radique tanto en sus bases teóricas (de hecho puede suceder que en efecto no tenga ninguna falencia teórica), sino en el actuar o proceder de quienes la adoptan como la mejor crítica, pues es ahí donde la crítica se ve permeada por malas interpretaciones que conllevan a que haya un error en la praxis o desarrollo de esta a la hora de la puesta en escena.
Con todo esto, la presente canción no crítica propiamente al anarquismo sino a los anarquistas que se ufanan de serlo, sobre todo a aquellos que se afirman como la encarnación misma del anarquismo. Es por lo que en la canción no hay ninguna pretensión de reformular lo que sería el verdadero anarquismo; simplemente la canción pone en tela de juicio el actuar de los anarquistas con la poca o mucha concordancia entre estos y el anarquismo.
Así pues, en la canción se evidencian varios aspectos a tener muy en consideración: el consumo de sustancias psicoactivas (sin importar si es excesivo o no), el consumo de bebidas embriagantes, el uso de prendas “alusivas” al anarquismo, el estilo personal o modo de concebir la identidad propia, a saber, el modo de peinarse, el modo de hablar, el modo caminar, en suma, la expresión propia de alguien que se considera anarquista.
Lo que como tal hace la canción es sugerir de manera sutil que un anarquista así está muy alejado del anarquismo, pues, por un lado, primeramente está el consumo de drogas, el cual hace que el individuo no lleve a cabo una verdadera resistencia a lo impuesto por el estado, dando a entender que ese poder establecido se beneficia sobremanera de tener a unos cuantos “borregos” drogados y “mal viajados”, es decir, como quien dice, el estado se beneficia más del consumo de drogas por parte de unos cuantos anarquistas que unos anarquistas consumiendo droga a expensas de un estado que por razones muy premeditadas no legaliza su consumo.
En segunda instancia, se cuestiona a aquél que pretende reducir toda una teoría anarquista a unos cuantos simples símbolos y a unas cuantas simples prendas de vestir, arguyendo que si bien hacer uso de estos símbolos no es malo y que si bien vestirse de esa forma tampoco, lo errado radica en no saber el significado de todo ello y que, además, como quien dice, se privilegia el aspecto físico y el actuar a veces sin sentido de dichos anarquistas.
Tal vez se podría interpretar la letra de la canción como un dogma que pretende imponer unos cánones de vestimenta y de comportamiento por sobre otros cánones, pero lo cierto es que simplemente la canción como tal no vende o postula un “verdadero anarquismo” y una “única y mejor manera” de llevarlo a cabo, sino que por el contrario crítica a quienes en cambio si pretenden hacerlo. En ese sentido se podría atribuir ciertos dotes de anarquismo a la crítica que hace la canción. De llegar a ser cierto que tuviera o no tuviera algo de anarquista la canción, lo interesante no sería, sino el hecho de que la canción no tiene o muestra explícitamente interés en serlo, es decir, no se ufana de ser una canción anarquista precisamente porque crítica a los que sí.
En síntesis, hay algo que, no obstante, se le puede reprochar a la crítica de la canción al decir o referirse a otros despectivamente como “borregos”, pero eso no pasarían de ser más que unas palabras a las cuales no se puede reducir toda la crítica de la canción, pues al darle prioridad a dichas groserías, no se estaría teniendo en cuenta el gran valor reflexivo de preguntas como: “cuál es vuestra libertad, cuál es vuestra lucha”. Preguntas que, si bien tiene algo de retórico al afirmar disimuladamente que en la actuar o proceder de los anarquistas no hay una auténtica libertad o lucha, aun así hacen que estos se cuestionen su libertad y su lucha, es decir, mal o bien, las preguntas subvierten ese orden establecido y normalizado por parte de los anarquistas que se ufanan de serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario