Por: Alejandro Gómez Gómez
Da skate es una banda de Argentina, las letras de sus
canciones se caracterizan por ir al punto. Acuden a hechos históricos y políticos
para desarrollar una narrativa que, en lo personal golpea al que escucha, lo sacude
y le deja algo sobre lo qué pensar.
¿Qué sería de la música, si no avivara en tu interior esa
fuerza que parecía perdida? Suena esa canción especial y todo tu cuerpo se
acelera, es como si pudieras sentir por completo cómo la sangre recorre tus
venas para depositarse en las extremidades del cuerpo y llenar de vitalidad a
la existencia. Piacenza inicia con un
corto fragmento de una canción italiana, luego la voz de Leandro (el cantante)
inicia con los primeros versos de la letra de la canción. Versos que se dirigen
explícitamente hacía una materialización de la miseria. En primera persona
retoma cuántos régimen ha soportado en su vida, y la pregunta para este breve
escrito no se hace esperar: ¿Cuántos regímenes autoritarios hay que soportar
para poder hablar de miseria en un país como Colombia? O ¿Acaso solo se puede
hablar de miseria a través de la voz de
los otros cuando ya uno no tiene alientos? Pero, ¿Si el otro pierde la voz,
entonces no hay oportunidad alguna de expresarse sobre el descontento que
produce la miseria?
Si
pienso en qué radica lo filosófico de esta canción, lo que me viene a la mente,
es que una invitación abierta a pensar sobre nuestra cotidianeidad, a re
direccionar nuestra atención hacía lo que es realmente importante, a saber, que
cada vida es distinta y por ende sus necesidades, sus sentires, su pasiones,
son completamente diferentes, muchos vemos al otro y pensamos que está nadando
en la miel, pero de la miel a la hiel no hay ni medio paso de distancia. La
miseria tiene muchos vestidos, unos pueden elegir diariamente cual vestirán y qué
antifaz les quedará mejor para disimular la tristeza y la frustración, otros
pueden hacer de la miseria el objetivo próximo a franquear, otros pueden hacer
de la miseria un chiste y hacer como si nada pasara, pero a otros la miseria
les cuesta vida y nunca llegan a comprender para qué vinieron al mundo, pues
este se les ha cerrado de cara sin opción a replica alguna. En este último
sentido, Piacenza hace un llamado a recurrir a lo más esencial de las fuerzas
humanas, a cubrir el alma de un acero tan fuerte que pueda soportar cada
movimiento en contra del mundo y sus habitantes.
Lo que
me parece más interesante de este tipo de canciones, es que no intentan ocultar
en ningún momento que el sujeto está situación en un espacio y tiempo, sino que
más bien la música por medio de sus elementos se encarga de mostrar que los
sujetos están en el mundo, qué este los afecta, y los sujetos afectan también
al mundo, que hay entre la relaciones de los individuos mismos rasgos que los
ayudan a constituirse, y que dichos rasgos solo se pueden evidenciar de manera
concreta, con las acciones diarias, no en el pensamiento abstracto y muy
imaginativo de quienes están encerrados en una jaula de oro.
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