martes, 4 de octubre de 2022

 "Análisis Filosófico de ( Lo poco que tengo de Ricardo Arjona)"

Por: Juan Felipe Pinto

“La felicidad está en lo que puedes comprar con tu poder adquisitivo”, esto es lo que evidentemente rechaza la letra de esta canción, la cual mediante sus palabras expresa como lo que parecen ser las «pequeñas cosas» no solo son suficientes, sino más que eso, son capaz de desbordar nuestro ser con complejos sentires de sublimidad, como lo puede ser el conmoverse por la luz de la luna o descansar viendo el atardecer. Así, la canción intenta rescatar muchos aspectos de la vida que no solo pasan por menospreciados además de ello por desapercibidos, al punto de suponer que nuestra experiencia sensible es efímera y sin sentido, pues vivir en el presente se pierde en las pretensiones del mañana.

El hombre debe cuidar de su experiencia inmediata frente a la realidad que lo rodea, conceptos como el “Dasein” del filósofo alemán Martin Heidegger parece que lo comprende bastante bien, pues al ser la conciencia arrojada en el mundo, está expuesta, pero así mismo constituye su esencia he identidad al elegir hacia donde dirige su atención como lo plantea el existencialismo sartreano. Lastimosamente en esta época la atención está siendo absorbida por lujos materiales como el dinero o medios de entretenimiento como el celular, tal parece que estos elementos condicionan nuestras elecciones de forma que la conciencia olvida detenerse para valorar aquello que tenemos y que nadie nos puede quitar puesto que nadie puede comprar.

Por lo mencionado anterior mente, no es difícil interpretar la canción como una crítica a lo superfluo de nuestro ritmo de vida, sin embargo también lo hace a un estilo de vida consumista  que pretende comprar la felicidad, pero esta «carrera por la felicidad» termina siendo una carrera por el éxito capitalista, y difícilmente puede haber algo que traiga mas infelicidad que perder la libertad de elegir el día a día para entregarlo a profesiones o trabajos que no nos satisfacen, de allí que se critique la sensibilidad que podamos tener, pues si la misma se enfoca en los lujos, así mismo nuestra vida se verá volcada en ese sentido, convirtiéndonos a nosotros mismos en un medio para un fin.

En ocasiones el afán del mundo pretende decir que quien vive con austeridad es aquel a quien no le importa nada; no podría estar en mayor desacuerdo con esta postura consumista, pues quien organiza su vida de tal forma que se preocupa por tener una vida bajo la austeridad es responsable por su consumo y en consecuencia está manifestando que le importa y mucho, por otro lado el querer apreciar los detalles sublimes he invaluables de la vida muestra de forma más que suficiente lo mucho que le importa su experiencia sensible y por ende la construcción de su ser.

Para culminar “Que lejos esta la fortuna, De lo que venden en la tele, Si es gratis ir a ver la luna Que no se queje al que le duele.” La canción es una invitación a detenernos, pensar en que tanto estamos dejando pasar y que tanto pretendemos para alcanzar la felicidad. Estas cuestiones quizá no dependan de nadie más que nosotros, pero la misma no llega sola, la felicidad desde un punto de vista Estoico está en la virtud de nuestras acciones, en la asimilación del momento presente, pues como lo decía Séneca “El mayor estorbo del vivir es la expectativa que depende del mañana y pierde lo de hoy. Dispones de lo que está puesto en manos de la suerte, abandonas lo que está en las tuyas.” Y en ocasiones lo que abandonamos es nuestra felicidad.

 


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